viernes, 31 de mayo de 2019

Ecos de solidaridad

Ecos de solidaridad



YA FALTA POCO.AHORA VAMOS POR EL TECHO

Y DONDE ESTÁN LOS SOLIDARIOS?

Gracias a la ayuda amiga de gente buena, sensible, que comparte de lo que posee,y si no lo tiene, lo busca y ayuda al que no tiene, hemos avanzado en el acto de amor solidario  "LA CASITA DE MELANIA”

Ahora vamos por “EL TECHO” y ya la tendremos dentro de su casita, a Melania Veras, una señora, que lo menos que merece es QUE LA AYUDEMOS A VIVIR EN SU CASITA, segura, digna y donde no tema al paso de un ciclón, o un ventarrón.

YA FALTA MENOS. PONGAMOS LO QUE LE FALTA


a.-60 planchas de zinc

b- 45 enlates de madera

c-20 libras de clavos de zinc

d-25 libras de clavos de 3 y 4 pulgadas

e-4 "Caballetes"

f- 40 "Bajantes" 2 por 4 pulgadas.

SI LOGRAMOS ESOS APORTES, HABREMOS TERMINADO "LA CASITA DE MELANIA".

Una obra de AMOR Y SOLIDARIDAD por los más necesitados, algo a lo que debemos renunciar nunca, por encima de las adversidades, PORQUE ES LO QUE NOS HACE "MÁS HUMANOS. 
 
 

TAMBIÉN TENGO UN SUEñO

TAMBIÉN TENGO UN SUEñO

YO TENGO "UN SUENO¨.
La frase no es mía. Es del activista por los derechos humanos Martin Luther King. Se la vamos a tomar prestada y la honraremos.
Tengo un sueño de un dia los humildes encuentren como seres humanos,un espacio para vivir,sin correr a la policía. sin ser echados por millonarios ni terratenientes, que se adueñan de una tierra usando dinero,influencias,su egoísmo y su odio a los desposeídos.
En este pais,en materia de tenencia,de posesión de terrenos,hay mucho que trabajar.Muchas injusticias por corregir,muchas ilegalidades por verificar y sancionar,muchos fraudes por descubrir y sancionar,muchas posesiones indebidas,mucho ordenamiento jurídico pendiente y urgente.
Si no es algún sitio¨dónde van a vivir los seres humanos,los desposeídos,los que no tienen recursos ni para tener una cucharada de tierra¨?.
Miles y miles de dominicanos viven en las orillas,en barrancos,marginados, a orillas de los caminos,de las carreteras en ranchetas, mientras unos cuantos tienen en una MEDIA ISLA, todo el terreno disponible.
Miles,deben vivir en hacinamiento,como paquetes de sardinas,en habitaciones que ni pueden pagar porque o no ganan suficiente, o no tienen empleos, cargados de hijos,durmiendo todo el que pueda en una cama o en el piso, en el mueble, en hamacas...
Esperamos una República Dominicana que supere toda injusticia,toda esa desigualdad, para que podamos sentirnos mas orgullosos de pertenecer a este país,donde solo hay una mala distribución de los recursos, demasiados privilegios donde impera el egoísmo,demasiado odio de los poderosos contra los humildes....YO TAMBIÉN TENGO UN SUEñO......

UN RINCÓN PARA LA ESPERANZA

UN RINCÓN PARA LA ESPERANZA

Juan Modesto Rodriguez
UN RINCÓN PARA LA ESPERANZA
Venimos del siglo pasado.Quedamos atrapados en el tiempo.Vivimos la transición entre finales del siglo 20 y el inicio del 21.
Nostalgia es la palabra adecuada para definir el estado de alguien sobreviviente de finales del 20 y que permanece en los inicios del 21. Queda poco espacio para los sobrevivientes.Nos ven como "extraños",tal vez, deseando que nos marchemos ya.
Es el tiempo de los "Milenios",la era de la tecnología,donde los canosos asombran,donde agonizan los sentimientos,queda amenazado lo "humano" y actuamos como las máquinas,los móviles,los robots, y el lenguaje matemático-códigos inteligentes/
Queda poco espacio para el amor y la solidaridad.
El inmediatismo y la preferencia por -LA COSA- en sustitución de las personas,es evidente en el imperio de la tecnología y de los milenios. Como zombies se desplazan,casi despersonalizados,indiferentes,concentrados en la tablet.
Asistimos a un "nuevo mundo" desde la muerte del viejo mundo,donde para un canoso apenas puede sobrevivir.
Pero hay algo que desafía los actuales tiempos-la esperanza-, lo que indica que hay lugar aún para la UTOPIA.
Esperamos mientras tanto, en la estación de la existencia, a que pase el próximo tren del largo viaje. Suerte a los que van a quedar.....
 

 
 
La compañía en caminos solitarios

La compañía en caminos solitarios




Juan Modesto Rodriguez
UNA VISITA ESPERANZADORA
-Misión del CONAPE me conmovió-
Hacia tiempo,que no se me humedecían los ojos de lagrimas a pesar de las penas de ver situaciones dolorosas en mi entorno,de ser testigo del sufrimiento de hermanos seres humanos,de sus penurias de su condena a la miseria.
Hoy solloce y casi lloro.Para un hombre es difícil llorar, pero si, podemos llorar,solo se necesita la motivación.Llorar es muy humano.
Reynaldo Brito, un fotoreportero con el que coincidí laborando en el periódico El Nacional y luego en el matutino HOY, y que edita el portal de variedades Ïmagenes dominicanas.com¨, se le ocurrió entrevistarme.
Para un reportero cambiar los papeles de entrevistador a entrevistado,no se sencillo,pero se puede.
Tras la publicación que hemos compartido con los amigos,me sorprendió otro amigo y colega de trabajo de esos años, estuvimos ambos en el clausurado periódico ¨La Nación¨, es Juan Carlos Jiménez, periodista de espectáculos.
Para mí este día ha sido de calor y de agradables sorpresas,me siento acompañado,halagado,reconocido,comprometido a continuar…
Me visito una misión del Consejo Nacional de la Persona Envejeciente- CONAPE- a ofrecerme una necesitada asistencia provisional.
Tanta eficiencia y amabilidad es imposible, no sabia que el CONAPE, con Nathali Maria como directora y nuestra colega Gisela Mera en comunicaciones,era capaz de ofertar tanto calor humano y atenciones a nosotros los envejecientes en circunstancias difíciles.Pero asi es, CONAPE es una esperanza para quienes tenemos que envejecer por nuestra edad,sobre todo si estamos enfermos.
Menos mal que en medio de tantas dificultades y crisis de servicios, tanta inequidad y déficit de oportunidades para los ¨canosos¨, el CONAPE es un punto de respiro.Merecen que subrayemos y destaquemos eso.
-NO ME CONFORME CON QUE SE OCUPARAN DE MI.
Les informe al CONAPE que en el municipio Pedro Brand,en el barrio Mejoramiento,donde vivo, hay una importante población de ENVEJECIENTES que merece la atención de ese organismo.
-Me explicaron que cada familia que tenga un envejeciente que necesite al CONAPE- puede suscribir sus datos a través de la pagina REPÚBLICA DIGITAL y solicitar la asistencia.
DE MANERA, que para quienes no sabían, ya saben como buscar ayuda para sus viejecitos.
Lo bueno  se comparte

Lo bueno se comparte




Roberto Marcalle Abreu
NUESTRA COLABORACION DE ESTE LUNES 20 DE MAYO DEL 2019 EN EL PERIODICO "EL DIA".
En primera persona
¿PERMITIREMOS QUE MODESTO SE MUERA?
Roberto Marcallé Abreu
rmarcalle@gmail.com
Descubro nueva vez el pasado, años atrás. Me hallaba en la redacción del periódico El Nacional. Cierro los ojos: Ramón Reyes, la mirada asimétrica y los bigotes a lo Daniel Santos, se encontraba sentado al frente de la media luna, donde se posicionaban los ejecutivos. Con la mirada puesta sobre el teclado de una Olivetti línea 88 yo procuraba vencer la propia distracción.
Con frecuencia, a los periodistas de planta se nos encargaba una tarea un tanto enojosa: rehacer las notas de prensa de los corresponsales del interior. Fue cuando conocí a Juan Modesto Rodríguez.
Ahora, después de tanto tiempo y en su pobrísima y decaída vivienda en Pedro Brand, siento la angustia del paso de los días. Modesto era un corresponsal con una notable diferencia: escribía, siempre, con pulcritud y coherencia. Ofrecía detalles precisos y sus crónicas de “pirámide invertida” (qué, quiénes, cómo, cuándo, dónde) estaban muy bien elaboradas.
Solo que este Modesto, ahora frente a mí, ya no se me parece en nada a aquel joven calmado y alegre. Vejez, deterioro, abandono, es con lo que tropiezo. Aún no ha perdido, gracias a Dios, aquella sonrisa apagada, condescendiente. Viste una deteriorada camisa de un color indefinible. Barbas y aspectos de descuido, sus ojos ya no reflejan mucha luz. Este hombre, que siempre nos devolvía el saludo con un gesto amable, es casi una sombra. Verlo me estremece. El dolor que siento es tan grande que me le aproximo avergonzado por mis propias lágrimas y lo abrazo.
Los hombres, es lo que se dice, no deben llorar, pero en apenas segundos mis ojos y mi rostro son como un río. ¡Qué abatido y desgarrado me siento! Dios mío. Y, ni aún así, él pierde su vaga sonrisa, la alegría por reencontrarse con un viejo conocido, casi amigo, de aquellos días que jamás volverán.
−Sé cómo me veo, amigo Roberto. La vida te enseña lo que es resignarse, a aceptar la dureza y el horror de las circunstancias. Estoy muy enfermo. He envejecido mucho. La artritis ha inutilizado mis dedos, los ha retorcido, al igual que mis brazos y mis piernas. Soporto calambres y dolores muy intensos todo el día y la noche. Casi no puedo moverme. Tengo dificultad para sentarme, para acostarme, para levantarme. Todo es muy difícil y sufro mucho, mucho más de lo que se pueda imaginar. A veces apenas puedo escribir con un solo dedo.
Modesto habla despacio. Siempre fue muy calmado. Sus horas transcurren en este contexto de abatida pobreza, de necesidades sin límites, de un sufrimiento que no da tregua. “Con extrema dificultad”, nos dice, “escribo a veces para combatir la soledad”. Y añade: “Para no caer en una depresión que termine por aniquilarme”.
“El quebranto comenzó en el 2013. Sentí un dolor intenso en el cuello y en la cabeza. Me trasladaron a la clínica Las Mercedes. Un eminente neurocirujano, el doctor Moreta, me dedicó muchas horas. No estaba afectado de algo sencillo o pasajero, advirtió. Me dijo: “Usted presenta un cuadro avanzado de osteoporosis, artritis reumatoide degenerativa en la espalda baja. Hay discos dañados en su columna y un notable deterioro de los cartílagos. En algún tiempo ya no podrá caminar”.
Abandonó un trabajo con el que no podía cumplir. Lo que he escrito son, apenas, pálidos fragmentos de la vida que ha llevado Modesto desde entonces. ¿Te ayudan los medicamentos? “Bueno”, responde, “los hay para mitigar el dolor y mejorar en algo la calidad de vida. Pero son costosos y difíciles. Salud Pública tiene un programa, pero hasta el momento no he podido favorecerme. La lista de espera es larga. Bueno… quien no ha sido pobre, no puede comprender la pobreza.”
¿Y tus hijos? “Son todos personas muy necesitadas. Tienen poco tiempo para el viejo. Me duele no haber podido respaldarlos como era debido”. Su tristeza es, ahora, honda, devastadora.
“Los envejecientes son marginados y discriminados”, dice. “No importa, seguiré escribiendo, aunque sea con un solo dedo”. Mientras retorno de Pedro Brand siento un pesar y un dolor cuya descripción no amerita palabras. He retornado con el corazón destrozado. Pregunto y me pregunto: ¿Vamos a permitir que Modesto desaparezca en estas horribles condiciones? No puedo ni quiero imaginarlo. ¡Somos tan ciegos, a veces!
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REFLEXIÓN-ME ALIMENTO DE LA GENEROSIDAD, DOY GRACIAS A DIOS

REFLEXIÓN-ME ALIMENTO DE LA GENEROSIDAD, DOY GRACIAS A DIOS

ME ALIMENTO DE LA GENEROSIDAD, DOY GRACIAS A DIOS

-Hay lugar para que renazca la Esperanza-

Dios ha metido su mano.No hay dudas de ello. Cuando me sentía derrotado,echado a mi suerte,abandonado,”listo para morir “, un dia cualquiera,en soledad,
Pero sigo aquí.Siento que como Lázaro,fui despertado de la tumba.Dios quiso que aun no fuera mi tiempo. Hoy renovado,desafío a la muerte. 
Hay formas de morir.La muerte física,es la común,pero la muerte de la indiferencia,es igual de peor.Cuando nadie te hace caso, da igual estar vivo o muerto sin respirar.
Dios puso a dos personas a encabezar una campana para despertarme de la muerte de la indiferencia- Reynaldo Brito,que se esforzó para combinar su maestría de fotoreportero,con sus dones para escribir y editar su sitio web-Imágenes Dominicanas – y otra persona,que aun no puedo comprender,cómo, siendo Roberto Marcalle Abreu,un Premio Nacional de Literatura,un maestro de la Literatura, de la narrativa,siempre ocupado en su producción de prosas y sintaxis,afanado en la creatividad para un público que le espera siempre, se empeña en visibilizar algo tan pequeño como que “Modesto Rodriguez está enfermo y en vulnerabilidad.
Ambos Reynaldo y Marcalle Abreu, me han revivido desde el olvido.
Muchos amigos de aquellos tiempos, no sabían de mi,si vivía o ya era polvo, desde que hace seis anos,debí salir de las Redacciones Periodísticas,desde que me atrapo la Artritis Reumatoide, una enfermedad dura, dolorosa, implacable como el cáncer que me ha disminuido y se ha robado parte de mis facultades físicas.
Roberto Marcalle,Tuvo la magia de algo tan simple,exponerlo,visibilizarlo,y me ha echado encima un derroche de generosidad,algo que aun como estamos,desvalido y –esperando a que pase el tren- nunca me lo imagine.
A ellos,y como parte del equipo de resucitadores,se unió Juan Carlos Jiménez, un cronista experto de Espectáculos,que coincidimos en el desaparecido periódico LA NACIÓN.
Desde que ellos,ayudados por la mano de Dios,intervinieron,me han cambiado la vida,ha renacido en mi, el deseo de vivir más, de ser útil,de disfrutar la generosidad, la solidaridad de una amplia cantera de amigos de aquellos tiempos y de jóvenes,sin razones para repudiarme,que me han ofrecido su cariño.
Gracias a tanta gente querida que me ha escrito y llamado preocupados por mi.Eso me compromete y me anima a continuar la resistencia y la batalla....
Lo estoy disfrutando, ha sido como una nueva medicina mágica que interviene y calma mi dolor, al sentirme querido.
Relevante para mi saber que mi paso por la vida, ha dejado atrás semilla de la buena, capaz de nacer y dar frutos.
Eso es gratificante. Me hace esclavo del agradecimiento.
Si toda la energía positiva que se desprende de estos seres humanos especiales me sigue tocando la Artritis Reumatoide, la osteoporosis la mandaremos ¡ al carajo!.
"Aguijón,tendrás que esperar un poco más"