Mi amiguita "Chiri" me visita a diario y la protejo de los depredadores
Por JM Rodríguez
Editor
Vivo en una casita en las afueras de Santo Domingo, la capital de la República Dominicana. Es una zona en transición de lo rural a los semi-urbano.El vivir en la zona rural le permite a uno vivir en primer plano el contacto con los animales y las aves, con los árboles, arroyos, ríos, etc.
"Chiri Chiri" es el nombre con el que he bautizado a una ciguita de la familia Dulis dominicus, de la cual los expertos dicen que es única y nativa de la isla La Española, asiento territorial de dos países: República Dominicana y Haití.
El nombre adicional de esta ciguita palmera se lo he proporcionado por los sonidos que emite cuando me visita a buscar alimentos en los alrededores, semillas o insectos.
La confianza que me tiene "Chiri Chiri" es porque cuando la veo asomar a mi ventana y me mira, le sonrío y no le ataco.Parece que ella ha aprendido a apreciarlo y repite las visitas cada vez que ella lo desea.
Hemos aprendido a respetar la naturaleza, admirarla y amar lo que contiene, aves, árboles, animales, es decir, la flora y la fauna.
En los alrededores de mi casa hay muchos niños en crecimiento. Muchos de ellos le agrada la caza de las ciguitas palmeras y otras aves. Como una forma de crearle conciencia y de ayudarlos respetar los animales que necesariamente no sirven para alimentarnos, he "desactivado" la "matanza" que tenían algunos con las aves. Les dije a unos cuantos "ponte en lugar de ella" a ver si gustaría que te lanzaran piedras para matarte con un "tirapiedras", una orquesta de madera con dos tiras de goma y una base de suela que se usa para colocar la piedrecita mortal, estirarla, apuntar y disparar. Algunos han desarrollado un acierto tal que le dan mortalmente al ave y la cazan.
Otra de mis frases que desactivaron el asesinato de avecillas en mi entorno ha sido "si ella tuviera igual que tu un tirapiedra para defenderse de ti, te atreverías a amenazarle?".Algunas veces me he enojado con las "pandillas" de menores con tira piedras para matar las aves y les he extorsionado, diciéndoles que iba a desarmarlos y usar esas "armas" contra ellos a ver si eran capaces de sentir lo que las aves cuando el hombre la ataca sin necesidad, porque para comer carne de cigua hay que matar y echar para un guiso a varias docenas de ellas, pues apenas tienen unas cuantas onzas de carne sin incluir sus plumas y unas patitas que parecen palillos, y dudamos que puedan calmar el hambre de alguna familia como sí lo hacen otras aves mayores como gallina, patos, pavos, guineas, etc.
Ha sido de mis estrategias para defender a mis amigas las ciguitas palmeras, y en especial a "Chiri Chiri", y lo he logrado porque el acercamiento de ella y de otras amigas suyas ha sido tal que hasta ha anidado en mi casa y ha tenido familia, pichones que han logrado crecer, aprender a volar e integrarse a su medio habitad.
Si muchos de nosotros asumiéramos una campaña parecida en sus entornos, si es que piensan y sienten como yo sobre la Naturaleza, las aves, los animales, la flora y la fauna en sentido general, tendríamos menos "crímenes ecológicos" y mayor conservación de las formas de vida que nos acompañan en la existencia. Mayor aún tendríamos mejores seres humanos, capaces de sentir, controlar sus emociones y aportar sus mejores esfuerzos a la vida y a la Naturaleza.
Datos del ave
La Cigua palmera1 (Dulus dominicus) es una especie de ave paseriforme de la familia monoespecífica (con una sola especie) Dulidae. Es una especie pequeña de unos 20 cm de largo. Se piensa que está relacionada con la familia Bombycillidae y a veces es incluida en ese grupo. Es endémica de la isla de La Española (donde se encuentran Haití y la República Dominicana) y en los cayos y pequeñas islas adyacentes, donde es común y distribuida ampliamente. Estas aves construyen grandes nidos comunales de ramas, principalmente en palmas reales (Roystonea sp.) y se alimentan del fruto de la palma, flores, bayas y otros frutos. Viven en tierras bajas a elevaciones medias donde se encuentran las sabanas de palmas u otras áreas abiertas con árboles dispersos, pero también se adaptan bien a parques y jardines de ciudades. Se parecen en la estructura a las oropéndolas, con el dorso parduzco y el vientre anteado, densamente rayado de castaño. No tienen el plumaje suave sedoso de las especies de Bombycillidae o de Ptilogonatidae.
Es el ave nacional de la República Dominicana.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Dulus_dominicus
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